Cuando se elije el mobiliario se ha de tener en cuenta tres condiciones básicas y que son casi que imprescindibles.
1. Elegir según el espacio y el ambiente. Lo que exige planificar en base al tamaño de la habitación, por ejemplo, para aprovechar los espacios, o si es de uso comercial, decidir la ubicación junto con las medidas para permitir el tránsito de clientes.
2. El gusto personal pesa. Debe ser algo que realmente le guste, porque es una inversión que no se desembolsa fácilmente y ha de durar algunos o varios años. Aquí hay que pensar seriamente en mobiliario que va a ir empotrado o fijo, lo cual ya es una inversión a largo plazo y cuya reposición implica mas trabajo porque puede llegar a comprometer todo un ambiente.
3. Lo funcional es irrenunciable. Muchas veces se cae en el error de elegir algo en base a la decoración, cuando debe ser al revés. Hay que supeditar el diseño al uso que le vamos a dar a la pieza de mobiliario. Y en este aspecto, hay cosas que si les vamos a dar un uso cotidiano, deben ser en extremo funcionales a diferencia de otras (como bares, exhibidores) que pueden lograr mas con diseño por sus propias características. En fin, el tema es llegar a un equilibrio.