La elección de la madera adecuada para el piso de nuestra casa dependerá de cuatro circunstancias básicas:
- Tráfico: la cantidad de desplazamiento humano que recibirá a diario.
- Ambiente: si es una zona del hogar, trabajo o la oficina, si es área social o privada.
- Superficie: si tiene fundición o piso de cemento debajo o, si se levantará sobre vigas en el aire.
- Color: más bien de orden circunstancial, acorde al gusto y la idea de decoración. Tenemos maderas claras, marrones, rojas y con jaspe.
Para áreas de alto tráfico, destinada al trabajo o que se soporte sobre vigas será mejor pensar en duelas gruesas, por su resistencia y capacidad para reducir ruido, además de que proveerán mejor aislamiento para conservar el calor o condicionamiento de la temperatura. Es una mejor inversión porque su durabilidad es prolongada y solo habrá que retocar el lacado protector cada dos o tres años, o cuando se vea que es necesario.
Sobre la aplicación de laca, baste de decir en este tema que le ahorrará mucho trabajo de mantenimiento porque es fácil de limpiar, siendo suficiente el uso de escobillas a base de franela (para no rallar) o trapeadores apenas húmedos para recoger el polvo y la suciedad.
En cuanto al color, como se ha dicho, depende mas de las preferencias decorativas del propietario y hay maderas que se prestan para recibir un tinteado a fin de obtener una coloración uniforme. En la mayoría de casos, se suele elegir el color natural puesto que, en el caso del pino o eucalipto por ejemplo, las mismas figuras del jaspe regalan diseños dinámicos y sugerentes para lograr ese ambiente acogedor que solo se logra con la madera.